Tuesday, June 14, 2011
Botellón
Antes de venir a España y durante mis primeras semanas aquí, estuve consumida por la suposición de que los madrileños no sólo se visten con clase, sino también que su vida nocturna es lujosa. Salimos en grupo varias veces, gastando alrededor de veinte euros para entrar en unos clubs, vestidas con trajes elegantes, y listas para reunirnos con algunos madrileños. Mientras que estos clubes eran divertidos, no sólo estuvimos a menudo infelices con la música, sino estuvimos rodeadas por hombres espeluznantes que a menudo no entendían que “No, gracias” significa “¡NO!”. Me desilusioné por la vida nocturna de Madrid como se convirtió de algo con clase en una experiencia físicamente incómoda y también costosa.
Una noche, cuando Kat y yo estábamos caminando a casa desde el metro, vimos casi un centenar de personas en nuestra plaza. Eran de la misma edad como nosotras y estaban bebiendo en grupo, hablando. Cuando Kat le preguntó a nuestra hermana de casa de lo que estaban haciendo, nos contó que los jóvenes españoles están molestados por el precio de los clubes y como consecuencia reúnen en la calle. Pensé que esto era una idea fantástica, y por eso el siguiente viernes invitamos al grupo a nuestra plaza.
Lo que resultó fue una experiencia excepcional que no sólo era segura y gratis, sino también nos dio la oportunidad de pasar un rato con unos españoles. Aunque sí, la mayoría de ellos eran muchachos, pudimos hablar con ellos, en lugar de estar agarradas por detrás y preguntado después a bailar. Al comienzo de esta experiencia, nosotros estuvimos solos, hablando en un círculo, sintiendo un poco incómodos porque algunos madrileños nos estaban mirando. Pero, después de diez minutos, unos chicos vinieron para hablar con nosotros, y fue muy divertido. Compartimos historias y nos dijeron sobre sus estudios y la vida español en general. Esta actividad social, aprendí después, se llama Botellón.
Lo que he aprendido aquí en Madrid es que, si bien la gente puede parecer muy culta y casi engreída, los jóvenes de Madrid son tan económicamente estirados como nosotros. En lugar de pagar una cantidad exorbitante de dinero para entrar en un club, prefieren juntarse y divertirse en una plaza. Yo también. Esto no quiere decir que no me gusta salir a los clubes a tener una noche de baile divertido, es que estoy feliz de que hay otras opciones que se puede elegir, así que no gasto todo mi dinero en la entrada.
-Rebecca Poliner
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Estoy de acuerdo contigo que es muy divertido ir a Botellón, y es una de las únicas oportunidades que he tenido hablar con Madrileños de mi misma edad, porque todos los estudiantes en el aula son de Duke (y este probablemente es una cosa buena porque estoy seguro que los Madrileños de nuestra edad son mucho más proficientes en el español que nosotros). Cuando vi a las noticias ayer durante la cena, estaban hablando del tiempo de “la vaca flaca,” es que decir, el tiempo de economía mala que ha afectado a todos no solamente en España sino en muchas partes del mundo.
ReplyDelete~Katie
Rebecca, has capturado muy bien las experiencias distintas de la noche. Fui a los clubes, las cervecerías, y pasaba mucho tiempo en las plazas con mis amigos. Es obvio que todas las turistas prefieren asister los clubes y por eso, la música es de los EE.UU. y hablé con muchas más personas extranjeras que españoles. Es más divertido asistir a los lugares de los paisanos para disfrutar el ambiente más social y con más interacciones de valor con los madrileños. ~Emilie
ReplyDelete